Algunas reflexiones éticas sobre la eutanasia en el caso de “El pistolero de Tarragona”

El 14 de diciembre de 2021 Marin Eugen Sabau, conocido después como «el pistolero de Tarragona», irrumpió en su antiguo trabajo, de donde había sido despedido, e hirió a tres excompañeros. Posteriormente, los Mossos d'Esquadra lo pudieron detener. En este operativo uno de los Mossos resultó herido y Sabau recibió un impacto de bala que lo dejó tetrapléjico. Poco después pidió que se le aplicara la eutanasia, hecho al que se oponían las víctimas.

En este texto se reflexiona sobre:

• El derecho individual del autor de los hechos a pedir la eutanasia respecto al derecho de las víctimas de unas lesiones a obtener el derecho a la tutela judicial efectiva.

• La competencia del acusado como condición para poder pedir libremente la aplicación de la eutanasia. Una de las condiciones para la autonomía de una persona indicadas por Beauchamp y Childress es la carencia de coacción interna. Sabau podría no cumplirla dada la presión de querer evitar un juicio.

• El derecho de los perjudicados a un resarcimiento material y moral si Sabau hubiera sido declarado culpable. Con la muerte del acusado, que no mostró arrepentimiento en ningún momento, se extinguió su responsabilidad penal (artículo 130.1 del Código Penal). También se extinguía una eventual responsabilidad civil –que comprende la restitución, la reparación del mal y la indemnización de los perjuicios recibidos por las víctimas (arte. 110 del Código Penal).

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