La objeción de conciencia en un mundo sanitario complejo, incierto y acelerado

Resumen

Vivimos tiempos altamente complejos en sanidad, los cambios se han sucedido de forma muy rápida y acelerada y hay grandes ámbitos de incertidumbre. Se podría decir que vivimos también una “medicina desbordada”, en la que las enormes transformaciones acontecidas en las últimas décadas no han dado tiempo a ser pensadas con calma. La medicina desbordada surge por la multiplicidad de cambios, sucedidos en un corto periodo de tiempo y en escenarios de incertidumbre. La bioética nace en ese contexto y se mueve habitualmente en la gestión de la complejidad, que tiene como desafío ayudar a pensar sobre la realidad, incluyendo en esa reflexión el sentido mismo de las profesiones sanitarias. 

 

Publicado
7 | 3 | 2024
Montserrat Esquerda

Pediatra en el Hospital Sant Joan de Déu de Lleida. Directora del Institut Borja de Bioètica. Presidenta de la Comisión Deontológica del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña.

 

 

David Lorenzo

Doctor en Humanidades y Ciencias Sociales. Coordinador académico del Institut Borja de Bioètica-URL.

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La objeción de conciencia

Los autores de este trabajo, en primer lugar, analizan qué son los profesionales sanitarios, cuáles son sus derechos y cuáles, sus deberes. Y a partir de ahí, surge el debate sobre la objeción de conciencia en base a preguntas que no acaban de responderse

El mundo sanitario actual: complejidad e incertidumbre

"El debate sobre la objeción de conciencia forma parte de la respuesta a qué es un profesional sanitario, vinculada con la cuestión sobre qué deberes y derechos tiene ese profesional en el ámbito asistencial. No es un debate cerrado, sino que sigue abierto con diversas preguntas no completamente respondidas aún:

¿Qué ocurre cuando un profesional sanitario, por razones éticas profundas, se niega a aplicar o desarrollar una práctica que la profesión y la legislación aceptan? ¿Puede negarse? ¿Puede esa actitud poner en peligro los derechos de un paciente (derechos reconocidos por esa misma legislación)? ¿Puede una institución negarse a que tales prácticas se realicen en ella o en los servicios dependientes de ella?"

Juramento, código y contrato

"Con la aparición, ya en el siglo XX, del Estado del Bienestar, aparece el derecho a la salud y a la asistencia sanitaria: la salud se convierte entonces en un tema de Estado, generando legislación específica en este ámbito que regula, de forma externa al colectivo profesional, temas clave en la salud. Sería éste el modelo de ‘contrato social’, un ‘contrato’ entre el profesional sanitario y la sociedad enmarcado o definido por la legislación."

"En toda esta evolución, está presente la necesidad de que los profesionales sanitarios desarrollen un corpus de normas éticas y morales para el desarrollo de su función. Ese corpus vendría a ser o reflejar una conciencia profesional característica, marcada por la excelencia profesional y cercana, en muchas ocasiones, a actos supererogatorios (actos buenos que van más allá de lo estrictamente exigible en la profesión). En esa evolución, es importante la discusión sobre qué principios o normas deben marcar el desarrollo de esta conciencia."

Moralidad común o particular (common o uncommon morality)

"Los conocidos principios de la bioética (PBE), no maleficencia, beneficencia, autonomía y justicia, definidos por Beauchamp y Childress en su famoso libro Principios de ética biomédica (Childress and Beauchamp, 2022), no responden a una fundamentación filosófica o moral bien definida, sino que se basan, como indican los autores, en lo que ellos llaman ‘la moralidad común’."

"Sin embargo, parece naif considerar que la conciencia profesional del profesional sanitario puede descansar sólo en cuatro principios. Rosamund Rhodes (2020), en su libro The Trusted Doctor: Medical Ethics and Professionalism y algunos artículos, defiende que la moral en el ámbito sanitario pertenece a una “uncommon morality”, una moral particular (Rhodes, 2020). Argumenta que la ética sanitaria es un ámbito especial (particular) por dos razones: la primera es que no puede derivarse de la ética de la vida cotidiana; la segunda es que las obligaciones de los profesionales médicos son específicas de ese campo (la medicina, la sanidad)."

El papel de la conciencia en la reflexión sobre las profesiones sanitarias

"Creemos que los problemas que surgen en torno a la objeción de conciencia (su aceptación, su respeto) proceden, en parte, de un problema previo: la poca importancia que se le da a la conciencia personal del profesional sanitario. Tal problema es, en nuestra opinión, el fundamental. Los debates que hemos comentado en este trabajo sobre los principios de la bioética y las prerrogativas y obligaciones de los profesionales sanitarios tienden a soslayar un hecho -evidente pero poco considerado-: el profesional es, ante todo, persona y, por ello, un agente moral, un agente con conciencia."

"Toda profesión -también la sanitaria- debe respetar la integridad moral de sus miembros (Sokol, 2022). Obligar a todos ellos a hacer siempre todo, incluso aquello que un individuo puede considerar malo/incorrecto de manera profunda, puede llevar a la ruptura o quiebra de la integridad moral del profesional como persona, y la profesión, con los debidos límites, tiene el deber -como afirma Colgrove (2021)- de preservar o respetar esa integridad ya que debe procurar el bienestar de sus miembros."

 

Accede al texto completo en Labor Hospitalaria:

Esquerda M, Lorenzo D. La objeción de conciencia en un mundo sanitario complejo, incierto y acelerado. Labor Hospitalaria. 2022;333: 41-49.